jueves, mayo 06, 2010

Volver a España

Cuando el año pasado entramos por primera vez a España con Gerardo. El policía de migraciones le pregunto mirándolo a la cara.
—Eres bueno?
Gerardo respondió que si y entró a España.
A mi me hubiera costado hacerlo. Me hubiera costado juzgarme de esa manera.

Hace dos días que estoy en Valencia, y ya me quiero ir.
En dos días en Valencia me han parado dos veces la policía. Ambas han sido desagradables. Y quiero decir aquí que Miguel Angel Solá se equivoca. Que la apreciación que tiene de la policía y la guardia civil española en relación con la argentina es solo suya. Los policías de aquí me han dado más miedo que los de la dictadura argentina. La segunda parada acaba de ocurrir.Cruzaron el patrullero como en las películas yanquis y como se hicieron la idea de que habían hecho la captura del siglo,no había manera de hecharse para atrás. Se les vaía la cara de satisfacción.
Me explicó un amigo policía que tengo, que ellos estudian las facciones de la gente que es delincuente. Aquí saben también las facciones de la gente que es terrorista y obviamente, salta a la vista, Yo soy terrorista. Aprenden bien. No les importó mi pasaporte comunitario, para ellos era falso. No importo que no sea falso, debía ser comprado. No importo que supiera los datos, igual yo era un comunitario pero nacido en Argentina.Además el tema es que yo tengo "cara de". Después de media hora de averiguaciones, me dejaron ir sin un disculpe, sin que le vaya bien. sin nada. Cuando se iban las palpitaciones todavía me sobresaltaban. Entiendo las cosas de otra manera y la policía me da miedo, me da mucho miedo.
Ayer cuando regresé al departamento de mi amigo, en la oscuridad vi una forma escondida contra un canto, …Es un pájaro, dije.
—Cómo entró si están las ventanas cerradas?
—Es una golondrina.
Carlitos la tomó en sus manos, estaba quieta, era una golondrina, De dónde venía? Para dónde iba? De qué se escondía? La llevamos al balcón del 6 piso y confirmamos su sospecha, estaba mal.No conseguía volar más, tal vez se había chocado infinitamente contra un vidrio hasta quebrarse y buscar reparo en un rincón, un poco de calor.
Mientras escribía ésto me he acercado al balcón donde ayer la dejamos, la golondrina está muerta. Qué tristeza!
Hace un rato miraba por la ventana de el coche de Carlitos observando y la policia me detuvo y me humilló, qué impotencia. Me siento tan mal.En algunos lugares llaman golondrinas a ciertos trabajadores. No todos pueden volver a casa a tiempo. En mi caso, ya casi me estoy volviendo a Banfield por supuesto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cuánto lo siento!. Hemos comentado lo que relatas. Desconozco Valencia. Al parecer es una ciudad muy "facha"... todo lo que se mueva con olor a "progre" es susceptible de sus abusos. Con traje y corbata, no es probable que detengan a un delincuente en Valencia. Las noticias que nos llegan desde allí, así lo indican. Lo siento, también yo tengo miedo a la indefensión... Se te pasará,...igual hasta tienes a un nuevo títere: guardia civil él, con el sombrero de tricornio, con bigote, por supuesto, armado, y lleno de I+ P ignorancia más prepotencia...
desde Canarias

Laura dijo...

Me apena lo que te pasó.
no se como es la policía de Valencia
pero acá,en argentina,a la
policía uno va a seguir asociándola con la muerte
simplemente porque matan,
matan al pobres,al negro,al distinto a la mujer, al vecino,al golondrina,al extranjero.
y al que no,lo encarcelan.
Ellos obedecen,siempre hay un político que los manda y ellos van,
van y matan.
hasta pibes matan
en las calles
y en los puentes.
Laura.

Anónimo dijo...

Que garcha chabon.
Se ve que Miguel Angel Solá no tiene cara de terrorista.
Cuando entré a España y me preguntaron si era bueno, no dije que si: Miré para abajo sin entender y entre dientes dije - No sé ... Qué sé yo? -.
En Sevilla estuve en un callejón donde todos iban a fumar hachis y tomar alcohol (no se puede beber en la vía pública). Y ahí estaba yo, sin mis documentos, y tomando Vodka acaramelado.
Cayó la policía y dijo: -Aqui no se puede -
- Muy bien. Gracias.- dije, y nos fuimos al río de lo más tranquilos.
Un abrazo. Nos vemos pronto.

Gerardo