jueves, febrero 25, 2010

Inexplicable


Me ha sucedido eso.
Inexplicable.
Hice la función más dificil de hacer. Hice una función que me comió los nervios hasta el momento de comenzar. Una función que quería que me saliera bien y quería gustar.
Hay algunos que piensan en el festival de teatro de Avignon, que piensan en un festival internacional que otroga premios,hay quienes piensan otras cosas en mi caso esa función no se estaba por realizar en un teatro pero me ofrecía mas stress que cualquier otra. La función estaba por realizarse en un salón comedor, al lado de una mesa de pool.Desde el salón comedor se abria una puerta y desde alli un corredor que se extencía en cuartos. Era una concentración... de fútbol.
El público de anteayer fue el equipo de fútbol de Banfield, aquel que salió campeón argentino en el último torneo.
Inexplicable!
Tengo que hablar de Bobi: confundíó a los jugadores con pesonajes de peliculas que a el le gustan, hasta que surgió la pregunta de donde estábamos, cuando le respondí, se quiso mezclar entre el público en busca de autógrafos.
_ Walter, tirame un centro por favor?
Así fue evolucionando eso mientras las risas se iban instalando.
Cuando terminé me aplaudian, había uno con el rostro emocionado.
Cuando salí llegué a casa y no podía dormir, había llegado al lugar más alto, había llegado al público más dificil.
Ayer fui a la cancha. Banfield ganó 3 a 0 a Argentinos Juniors. Esos que corrian, jugaban y actuaban en ese espectáculo del improviso desataban nuevamente la euforio de miles. Yo los recordaba cerca mio riendo. Uno de ellos me vio desde el costado del banderin y me hizo un gesto de uno de mis personajes.
Algo asi como un silencio, como una paz, como un vacio, algo así es lo que siento.

1 comentario:

Ricardo Spreafico dijo...

que lindo hermano...

siento que la alegría de Bobi quedó impregnada en el equipo..
y que después esa alegría se transmitió en el juego...
y que ese juego llenó de alegría a todos los que estábamos en la cancha...
y que todos los que estábamos en la cancha llevamos esa alegría a nuestras casas, calles y bares...

Todos cómplices de la risa y la emoción...

Gracias Sergio!

Me encantó la historia...

Abrazo,

Riqui