Este trabajo mio me hace moverme en dimensiones diferentes de la realidad, eso es para mi un viaje al que no renuncio. Si rememoro vengo de hacer el teatro Maipú con 500 personas y de pronto estoy en siembra patatas delante de 30 personas, casi una reuni{on entre amigos,pasa el fin de semana con el recuerdo intenso de esa gente que se desternillaba de la risay que hace un silencio profundo cuando cuento una experiencia en una cárcel. El lunes ya estoy presentandome en la carcel de Marcos Paz, y los presos rién, lloran se reflejan en Cacho y gritan y aplauden cuando pronuncio la palabra Libertad.
Hoy ya es todo pasado. Me queda recordar, colocar estas fotos para ustedes que están ahí, en algún lugar de América,delante de un computador y que supongo quieren saber que si aún ando haciendo eso que ustedes vieron alguna vez.
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