sábado, noviembre 27, 2010

Un Rosario para Viejos

Que lindo!!!

dijo el profesor, y fue verdad, sala llana, y llena, viejos entrando primeros, grandes jóvenes y niños, hubo lugar para todos, pero la función parecía una cancha. Gritaban, deliraban. Era tan lindo trabajar así, parecía que no había otra cosa en el mundo para hacer, había que estar ahí.
Me había olvidado todo lo que me gustaba trabajar en Rosario.

que lindo, terminar el año de Viejos en la Argentina en Rosario. Qué lindo, terminar en la Argentina, en mi país.

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