miércoles, julio 04, 2018

Noticias de Italia

Finalmente Gidi, se sonríe y ahí lo recuerdo, se ríe igual que hace 20 años cuando nos conocimos en Bolivia. Se sigue riendo.  Se ha organizado para venir a Piove di Sacco, a verme, además se va llevar mi bolso con los títeres a su casa de Padova para que mañana yo viaje en autobus sin problemas y me quede en su casa a dormir. Primero me cuenta los pormenores de la ignorancia en Italia, se pone un delantal y prepara una pasta con un pomodoro especial. Cuando el tenedor da la undécima vuelta al tallarin me comenta que tiene una amiga actriz que se fue a vivir a Argentina y que debería conocerla. Se llama Victoria Tambasco. Yo dejo caer el tenedor y digo que ese es el apellido de mi tatarabuela. Todos dejamos lo comida mientras empezamos a decir palabras que van sacudiendo la emoción. Son palabras, podían ser números, conexiones eléctricas, pero todo está encendiendo cosas que los humanos tenemos guardadas, informaciones que cuando se acercan y se encienden nos dan sentido a la existencia, sentido a nuestro movimiento, parece ser que son señales de la naturaleza afirmando nuestros actos. Ya no importa más que continuar sorprendiéndose cuando digo Laurito, el pueblo de dónde mi tatarabuela y mi bisabuelo salió rumbo a América. Ahí explotan fuegos artificiales y todo tipo de anuncios y bienvenidas porque en esta mesa todos conocen Laurito, en Salerno, porque tienen un amigo que es de allí y al que en este momento están llamando para que hable conmigo. Finalmente Gidi se rie como hace 20 años, y los dos sabemos que él, hace tanto,  se reía porque iba a esperar 20 años para darme esta noticia.

1 comentario:

El Banfileño dijo...

Todos estamos conectados, por un hilo elástico e invisible cuando uno deja pisar fuerte y se suelta, nos acercamos a nuestros origenes